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Cómo acompañar a los niños en el proceso de duelo: guía para familias

Las situaciones vitales difíciles, como la pérdida de un ser querido o la separación de los padres, pueden impactar profundamente el bienestar emocional de los niños y adolescentes. Estos procesos de luto no sólo implican gestionar el dolor de la pérdida, sino también adaptarse a una nueva realidad. En esta entrada, exploraremos cómo las situaciones de luto afectan a los más jóvenes y cómo la psicología infantil puede ayudarles a afrontarlas de manera saludable.

¿Qué es el duelo y cómo afecta a los niños?

El duelo es un proceso emocional difícil, especialmente para los más pequeños, que surge ante cualquier pérdida significativa, desde la muerte de un ser querido hasta cambios cotidianos, como no poder ver a amigos o ir a la escuela. Para los niños la pérdida puede generar sentimientos de inseguridad y desorientación.

Los niños y niñas gestionan el luto según su edad, su entorno y la actitud de los adultos. Por eso, es fundamental que nosotros, como referentes emocionales, nos mostramos sinceros, empáticos y coherentes. Como padres o cuidadores, podemos ayudarles a comprender esta nueva realidad ya gestionar sus emociones de forma saludable.

El duelo según la edad

  • De 0 a 3 años: Los niños no entienden el concepto de muerte, pero perciben separaciones y cambios emocionales. Necesitan adultos que cubran las necesidades afectivas y físicas que la persona ausente solía ofrecer.
  • De 4 a 7 años: En esta etapa predomina el pensamiento mágico. Pueden creer que la muerte es reversible o que la persona puede volver. Es importante explicarles con sencillez que la muerte es definitiva y responder a sus preguntas, por muy sorprendentes que sean.
  • De 7 a 12 años: Los niños empiezan a entender la realidad de la muerte, pero pueden tener dificultades para gestionar sus emociones. Pasan por fases similares a las de los adultos: negación, rabia, tristeza y aceptación. Obsérvales cómo se expresan y ofrece soporte sin juzgar.
  • Adolescencia: Los adolescentes combinan el duelo con los cambios propios de la edad. Pueden aislarse, mostrar rabia o incluso evitar expresar su dolor. Es clave mantener un diálogo abierto y ofrecer espacios de confianza para que expresen lo que sienten.

Com comunicar la pèrdua?

  1. Hablar con claridad e inmediatez: Explique qué ha pasado lo antes posible, con un lenguaje sencillo y sin eufemismos. Expresiones como “se ha dormido” o “se ha ido” pueden confundirlos. Diles con calma que la persona ha muerto y que no volverá.
  2. Adaptarse a su edad: Los más pequeños necesitan explicaciones simples y concretas. Puede utilizar cuentos, dibujos o ejemplos visuales para ayudarlos a comprender. Responde siempre a sus preguntas con honestidad, incluso si son difíciles.
  3. Crear un espacio de seguridad: Elija un lugar tranquilo para dar la noticia. La presencia física y emocional de un adulto cercano es esencial para hacerles sentir acompañados.

10 consejos para ayudar a los niños a gestionar el duelo

  1. Facilite la expresión emocional: Permita que lloren, se enfaden o expresen miedos. Asegúrese de que todas las emociones son normales y válidas.
  2. Compartir sus emociones: Mostrar tristeza o llorar ante ellos les ayuda a entender que es normal sentir dolor.
  3. Mantenga rutinas: Las actividades habituales aportan seguridad. Explíqueles qué cambios habrá, pero destaca también lo que se mantiene igual.
  4. Valide sus emociones: Evite frases como “no llores” o “sé valiente”. En lugar de eso, ofrece soporte con palabras como “entiendo que estés triste/a”.
  5. Utilice rituales de despedida: Déjeles participar, si lo desean, en funerales u otros rituales, como escribir cartas, inflar globos con mensajes o hacer una caja de recuerdos.
  6. Explica que el amor persiste: Ayúdales a entender que, aunque la persona ya no está, los recuerdos y el amor que sentían continúan.
  7. Detecte repercusiones: Estate atento a cambios en su comportamiento, como dificultades escolares, irritabilidad o retraimiento social, y proporcione apoyo.
  8. Adáptese a su ritmo: Cada niño vive el duelo de manera diferente. Algunos necesitan hablar con frecuencia, mientras que otros pueden preferir jugar o estar solos.
  9. Utilice recursos didácticos: Cuentos, álbumes de fotografías y películas adecuadas pueden ayudarles a comprender y expresar su dolor.
  10. Pide ayuda si es necesario: Si la situación le supera, busque apoyo en un profesional, como un psicólogo especializado en infancia y duelo.

¿Por qué es importante hablar de la muerte con los niños?

Hablar de la muerte de forma clara y respetuosa ayuda a los niños a normalizar las emociones asociadas al duelo. Incluirlos en la nueva realidad les da herramientas para afrontar futuras pérdidas y para crecer emocionalmente.

Recuerde que no existe una única manera correcta de vivir el duelo. Lo esencial es estar a su lado, escucharles y acompañarles en ese camino. Los niños necesitan sentir que, a pesar de la pérdida, siguen amados y seguros.

Con paciencia, amor y comprensión, podemos ayudar a nuestros hijos a atravesar el proceso de duelo ya integrar la pérdida en sus vidas. Es una lección de vida difícil pero también una oportunidad para enseñarles resiliencia y empatía.

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